La casa tiene otro matiz. Su aroma es diferente; las paredes tienen dos motivos para ser más cálidas y lucir: hay una voz joven y delgada a quien escuchar y esa voz tiene una mirada que busca la fotografía... atrás queda la privacidad, la soledad. Hay más por hacer... y sólo se trata de compartir un espacio. Ahora debo aprender a convivir, a platicar... a controlar la angustia de estar vivo.
...y tengo en mente a J, la naturalidad con la que habla en plural. Ella. Toda ella...
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