Hace un año ya que vivo en mi casa actual... hace un año que he decidido estar también en soledad física. Diez de diciembre, frío, soledad, vacíos... y la certeza de que no me está dado amar... de que Nada es para siempre, Nada es cierto... Hace dos días que estuve una vez más en cama, con fiebre, enfermo, en la soledad más absoluta, en el frío de las paredes que me tienen como habitante... encerrado en el delirio, en las ganas de no estar... ¡Ja!, condición de humano.
Al alma, el alma sigue en desuso.
Nada es eterno, ni la muerte.
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