...Perder la adicción al silencio, a la soledad; dejar los intentos por fundirme en la nada. Tener la posibilidad de hablar por hablar, de decir por decir, de dormir escuchando el latido de tu corazón, sintiendo. Y no saber cómo, de dónde viene este cambio que hace más grandes mis delirios que mi soledad, que mi tristeza. Hoy soy feliz contigo.
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